En el mundo de la estética profesional, la tecnología avanza a pasos agigantados. Cada año aparecen nuevas máquinas que prometen resultados milagrosos, pero ¿realmente justifican su precio? ¿O estamos pagando más por el marketing que por la innovación?
El mito de la aparatología “premium”:
Muchas marcas venden equipos estéticos por precios que superan los 20.000 o incluso 30.000 €, cuando en muchos casos, en realidad utilizan tecnología china que puede encontrarse en fabricantes directamente chinos por mucho menos de la mitad.
La diferencia no siempre está en la calidad, sino en el branding, el diseño exterior y el servicio postventa. Pero para un centro que está empezando, esta inversión puede ser un auténtico lastre.
Es cierto que en algunas empresas europeas fabrican sus propias máquinas, sin recurrir a tecnología importada. Sin embargo, incluso en estos casos, el precio final suele estar muy por encima del valor real de la tecnología. La fabricación local no siempre implica innovación, y mucho menos rentabilidad para un centro que está dando sus primeros pasos, que vuelvo a decir, puede ser un auténtico lastre para ese centro que acaba de arrancar. Porque si estás empezando, invertir 30.000 € en una máquina facial, por ejemplo, puede hundir tu rentabilidad. Y lo peor es que muchas veces no se usa correctamente ni se adapta al diagnóstico de la clienta. Una máquina no hace milagros por sí sola. Lo que marca la diferencia es el criterio profesional, es decir, un buen diagnóstico, ya que una buena profesional con diagnóstico personalizado y protocolo adecuado vale más que cualquier máquina. La tecnología sin criterio no fideliza ni transforma resultados. De nada sirve tener el último equipo si no sabes cuándo, cómo y a quién aplicarlo.
¿Qué hacer entonces?
Evalúa el ROI (retorno de inversión). ¿Cuánto tiempo tardarás en recuperar el coste de esa máquina? ¿Cuántos tratamientos necesitas vender?. Tienes que ser lo más realista posible y afinar mucho con las cuentas, y una vez hechas ver si realmente es una buena inversión. Recuerda que tu salón de estética es un negocio, que se hace para ganar dinero, no para sufrir cada final de mes.
Investiga el origen de la tecnología antes de comprar. Muchas veces puedes encontrar el mismo equipo con otro nombre por menos de la mitad. Además del origen, te recomiendo que mires muy bien las opiniones del fabricante. Hoy en día tenemos al alcance todo tipo de información.
Prioriza la formación sobre la aparatología. Saber cómo tratar a cada clienta es lo que genera resultados y fidelización, ya puedes tener la mejor máquina de estética del mundo, que si no sabes trabajar el trato con la clienta y mantener un buen servicio, de nada te servirá haber invertido tanto en esa máquina.
Empieza con lo esencial: alta frecuencia, peeling ultrasónico, punta de diamante, presoterapia. Máquinas multifunción de marcas poco conocidas pueden tener un coste más bajo, y cubrir varias necesidades.
No necesitas lo más caro. Necesitas lo más útil, lo más rentable y lo que mejor se adapta a tu clienta y a tu negocio. Emprender con cabeza puede marcar la diferencia y ayudarte en el inicio de tu proyecto para que que sea exitoso a largo plazo. 💖
Y si estás empezando en estética y quieres que te cuente un poquito más sobre cómo puedo ayudarte a lanzar tu proyecto con estrategia y rentabilidad, agenda una cita gratuita conmigo. Te explico cómo hacerlo paso a paso, sin rodeos y con los pies en la tierra.